Hijos de la Magia (POSICIONES ABIERTAS)

Leí la frustración y desesperación en la mente de Thany.
-Ya puedes venir- gemí, al ver que las filas de lobos enemigos comenzaban a avanzar ya. Apenas lograba recordar dónde tenía la cabeza, la cual usaba como arma defensora dándole de cabezazos y zarpazos al Alfa inmovilizado. Cuando me dió jaqueca, opté por usar la vía rápida: cerré mis fauces ensangrentadas tanto como por sangre enemiga como por propia alrededor de su yugular. Había sufrido, me había dado cuenta, y ahora se acercaban los Agathe a defender

-Pelea- susurré en voz baja a Thany. Fui corriendo como pude hacia donde estaba Mean, gruñendo una y otra vez. No quería que le hicieran nada a mi niña T_T

Me frené en seco al escuchar los gemidos de un lobo, al cual, según pude ver gracias a mi poder de lectora de mentes, había medio matado Thany. ¿Con quién ir? Si frenaba, Mean iría con Sean. Si iba con ellos, matarían a Thany. Me encontré sumergida en un conflicto interno tal, que opté por lo más rápido para mi deteriorada condición: ir primero con Mean, la cual apenas me quedaba a unos escasos metros.
Le arañé el trasero a Sean, dejándolo ensangrentado, para acto seguido salir medio corriendo medio trotando hacia con Thany. Ahora, que había ido y venido sin parar, además de haberme enfrentado a dos lobos, Alfas, mis fuerzas casi llegaban a su fin. Y claro, sin fuerzas, ¿de dónde iba a sacar las energías como para usar mi poder?
Justo cuando llegué con Thany mis patas se doblaron: una cubierta totalmente de sangre; la trasera izquierda. Con la trasera derecha me impulsé para dar un brinco encima del lobo que gemía y se retorcía en el suelo, matándolo de un mordisco con mis ya medio débiles dientes y colmillos.
-Thany...-gemí- tienes que seguir luchando- un estrepitoso ataque de tos interrumpió mi monólogo cursi -...- cerré los ojos y busqué en mi mente mi arrinconado poder de animaga.
"Laisha...tienes que volver a pelear. No seas cobarde, vamos"- me dije a mí misma. Una vocecita me auto-respondió:
"No eres cobarde, idiota. Eres una débil...no tienes por qué ser así" gemí con los ojos cerrados a causa del dolor de mi pata. Me puse a pensar en un animal lo bastante fuerte como para continuar avanzando en mi estado..y el primero que hizo "click" en mi mente fue el león. Sentí cómo el tamaño de mi hocico incrementaba y cambiaba, además del resto de mi cuerpesito escultural (?).
Abrí los ojos, con un panorama totalmente distinto extendiéndose ante mí. Pude ver que Sean, antes de su marcha, había causado estragos con sus poderes, claro: los cuatro elementos estaban vueltos contra nosotros. Rugí como pude, aunque más bien se pareció a un débil maullido, ya que aún con semejante corpachón, claro que mis heridas seguían latentes. Los Agathe se dieron la vuelta para contemplar a la leona que yacía en el suelo, con una pata medio torcida.

¿Sean herido? O__O
¿Por manos de Mean? Eso era ge-nial...
-Gracias- agradecí al lobo curandero cuando me sentí mejor y me puse de pie. Esta nueva forma me divertía bastante; pero aún la necesitaría: el curandero sólo podía sanar fatiga y cansancio, me había dado la fuerza de antaño y demás, pero mi pata...mi pobre patita seguía igual T_T.
-Vámonos- dije con una sonrisa "de oreja a oreja" que se extendía por mi hocico y mi cabeza.
-Sí, la guerra ha terminado- murmuré en voz baja para que el moribundo Alfa me pudiera escuchar. -Tú quedarás aquí, inmóvil por completo, hasta que mueras de inanición y deshidratación- dicté con orgullo mi sádica sentencia y, apoyada en Thany, avanzamos felices hasta la cueva (d1d2d3) (?)

-Claro- sonreí- nadie te va a forzar jamás a que te vayas con alguien...no hasta que la muerte me quite esa posibilidad- murmuré en voz baja.

Alcancé a leer en su mente lo que estaba a punto de hacer, así que empujé a Mean lejos del trayecto del proyectil y yo me transformé en águila, para dar un salto y esquivar el OVNI (?)

Eché una pata hacia atrás y convertí el escudo en una esfera que nos rodeaba. Nada podían hacer mis poderes contra algo que era insustancial, pero por lo menos sí podía leerles la mente y transmitirles pensamientos.
Les retransmití todo el combate con los Alfas y el motivo por el cual mis medidas de seguridad eran extremosas.